jueves, noviembre 29, 2007

Veneno ensoñado


Despierta
la noche estrellada
iluminada con sombras
que titilan abismos,
que perfuman flores...

Levanta la hiel
que contiene el veneno fresco.
Y hazmelo beber
una dos tres
veces...
hasta que sientas
ese último respirar.

La bocanada de aire,
última y post-mortem.
Sientate cerca,
lléname con el aroma
emanado de tu risa,
y que ese, sólo ese,
sea el definitivo.

¿Sabías que ya no quiero otro?

A veces,
la vida no parte en el parto,
sino que empieza
cuando la sangre se hiela
y lo único que vives
es el aroma
con que decoras
tus sueños...

lunes, noviembre 26, 2007

Extraña enfermedad



¿No te parece ridículo,
que mis nervios
colapsen y muten
al ritmo de tus palabras?

La ensalivada jerga,
los ojos fijos,
la risa entre comillas
y la voz armónica.

El escrúpulo inconcebible
del tacto de mi psiquis,
me hace perderme
en tu eje...

¡Y qué es de mi entonces!
En el vértigo del encierro,
en el sudor de las manos
y en ese molesto tartamudear...

Las flores se asemejan
al toque burlesco,
y a veces sensible,
de lo que podría ser un beso

Es que el amor
es tan parecido a una enfermedad
que escribo estas líneas
con alucinaciones febriles....

Y esa fiebre alucina
únicamente
lo que es

martes, noviembre 20, 2007

La caja de música



En mi caja de música,
guardé a mi bailarina perfecta,
que ni siquiera sabía bailar.
Ella usaba los acordes
para formar voces armoniosas
carentes de ruidos,
llenos de melodías....

Mi bailarina perfecta,
era un ángel enlutado,
una princesa burtoniana
con Verlaine bajo el brazo...

Caprichosa en sus formas
y arrogante en su modo,
era bella de por sí,
su por sí de princesa....

Conocía a Girondo
y sabía volar,
tenía alas en sus ojos,
en su boca y en su mente...

Ay, mi caja de música.
Se daba cuerda sola,
y yo al abrir los ojos
despertaba con toda su sinfonía...

Sus timbales azarosos,
sus violines coquetos,
y el piano,
se tocaba solo...

Ella en el medio
jugando a ser actriz,
a ser doncella
y a ser bruja.
Todas a la vez,
todas igual de perfectas,
de sutiles, de terribles....

Mi caja de música,
se arrullaba bajo los lirios
y algunas magdalenas.

Las flores son sólo para las princesas

jueves, noviembre 15, 2007

Cierra los ojos para oír música


Una pantomima retratada en el lado izquierdo del vidrio que separaba tu rostro del mio. Tu gesto, un tanto incidioso, me parecía gentil en cualquiera de las circunstancias y contextos; era simplemente bello. No sabría cómo detallarlo en este momento, tiene que ver con la mueca en la comisura de los labios y un movimiento ocular notable. Todo esto va acompañado de una melodía que se escucha sólo en mi cabeza, quizás la novena de Beethoven, ¡cuanto adoro tal sinfonía! Me parece tenebrosamente hermosa, con todas las intensidades perfectas: es el vértigo el que me causa extásis, el sentirme en el punto más alto de una colina sin/con miedo a tirarme y reventarme en el suelo previamente fallecida por causas inesperadas. Debe ser lindo eso, morirse volando. Es casi angélical. Ahora sumemosle la novena sinfonía, ufff....sería la escena perfecta para morir.

Me siento sólo un rato a fumarme un cigarro mientras miro como esas malditas palomas, y recalco el "malditas", arruinan el plano estético de lo que estoy tratando de observar. Y espero que no pase nada, sólo por ese gusto medio masoquista por ver como corre el tiempo, jugar con los minutos e incluso mimetizarme con el reloj. ¡sería casi un deleite hacer eso! No concebiría retrasos u otro inconveniente netamente temporal, que siempre son bastante malos como excusas.

Las puertas del metro se cierran y miro de reojo para asegurarme de que sigas allí, en el mismo lugar donde te deje. No me gustaría perderte de vista mientras me adentro en el túnel con luces fluorescentes que a veces me desagrada. A veces te encuentro, otras no. Sé que en algún lugar te estarías preguntando lo mismo, y cuando llego a la última estación....siento que al aire le falta ese olorsito especial. Pasa impávido junto a mí y lo único que me aleja un poco de mis recuerdos temporales es el ruido de las micros que apabullan cualquier melodía. La novena, nunca logro escuchar la 9ta de Beethoven mientras camino a mi casa, y ni siquiera sé por qué me gusta tanto escucharla en ese preciso lugar. ¿Será por el ardor que produce? ¿O sólo una fascinación con el vértigo que puede producir un loco jugando a ser poeta?

El camino es aburrido, calles lánguidas muertas hace mucho tiempo por la cantidad de viejos desgastados, y guaguas inmóviles. Uno que otro perro me espanta, y debo cruzar a la otra cuadra por el terror a que me coman. El segundo movimiento de la novena me retuerce. Siento algo parecido a lo que podría haber sentido un fánatico de Wagner al ver las tropas alemanas desfilando por París. El genio de Bonn siempre me pareció mejor que Wagner, y tengo una rivalidad extraña por los dos. Un músico alemán, ya por el hecho de ser alemán, lo debería abarcar todo sin compatriotas que le destiñan su trono de oro.

Me acuerdo de esa mueca, de ese detalle que hace que todo cambie, muta la realidad y la transforma. Se hace el punto de convergencia que crea retazos distintos a lo que no se veía, quizás por torpeza u ojos programados para apreciar un par de cosas superfluas y dejar lo demás a oscuras. Pero no, no estoy para mimetizaciones y apreciaciones colectivas - le tengo pavor - .

Y ahora quien sabe por qué tengo esa sonrisita en el rostro, esa elevación picaresca de los labios. Esa bifurcación chistosa del rostro cuando habemos dos, y ninguno sabe muy bien en qué se podría diferenciar del otro, porque ambos atropelladores, quieren manifestar un par de palabras.
¿Y sigues sentada allí? En el punto donde te deje, no quiero sonar imperativa, pero no te muevas de ahí, que ya voy a buscarte.

viernes, noviembre 09, 2007

Post 100


ay, ay, ay
mis piernas son espumas,
como las olas del mar
que se esfuman,
se van y vuelven.

ay, ay, ay
mi corazón está taquicardico
palpita fuerte,
y sube la presión
hacia la boca y grito.

No sé que grito,
onomatopeyas,
o quizás insultos.

Yo no suelo insultar,
tampoco me insultan...
pero algo grito.



Y no recuerdo,
cómo llegue aquí,
¿que te trajo a mí?
Una vez escuche tu chillido de lejos,
y me sonreí al verte ahi.

Nadie me grita nunca....


¿Y cúal es tu problema con las calles?
Es que son muy estrechas para mí,
y yo soy muy torpe para ellas...

¿Pero que quieres hacer?
Quiero armar un mundo,
nuestro propio mundo....


ay, ay, ay
mi cuerpo se esfuma
junto a una canción....

ay, ay, ay
mis ojos te miran
y a veces no te veo...
pero no es que no estes allí,
es que a veces yo no estoy donde crees...

Y caen las gotas de lluvia,
y me tiendo a mojar...
plop, plop, plop...

¿Quíen está dirigiendo este poema?
Pero si no es un poema...

ay, ay, ay
alguien me está cerrando el ojo...
y creo que soy yo

Buenas noches querida.

jueves, noviembre 01, 2007

Gira


Escrito en un lugar un tanto mágico....en una noche un tanto mágica......
gracias por eso....


¿Date vuelta?
Y regálame tu sonrisa,
no prometas nada
que yo ya lo hice.

Vuelvete un momento,
y mírame a los ojos
¿No te das cuenta?
Te reflejo mi alma
sutil y vulnerable,
haz lo que quieras,
no me importa qué,
pero haz algo.

En tu sutil frescura
y en tu armonía perfecta,
en tu cuento de hadas
donde tú, y sólo tú,
eres la princesa
que reina dentro.

¿Date vuelta?
Y te regalo el mundo
o lo que tenga de él.