viernes, noviembre 06, 2009

Democratizacion en las redes sociales?

Las redes sociales tanto Facebook como Twitter, han abierto las posibilidades de comunicación e interactividad entre amplios grupos de población. Esta incidencia en las formas de dialogo entre las personas, se ha propuesto como una democratización real y fáctica dentro de internet mismo, por el hecho de que permite la relación de grupos socialmente identificados que en otras instancias se separarían a causas políticas, sociales o económicas. Y no ciertamente debido a fronteras que el sujeto propone, sino por el hecho de que la sociedad se articula jerárquicamente, incluso en la representatividad política. Pero, es cierta esta democratización? O es que las fronteras nos separan de distinta manera a cómo lo hace en la vida diaria?

Hay que partir con la premisa de que pareciera que todos somos iguales en internet, por el hecho de que el acceso a estas redes es democrático en el sentido de que cualquiera puede ingresar y no tiene prohibiciones propias de los sitios para hacerlo. Sin embargo, en estas redes se producen dos efectos que destruyen la teoría de una verdadera democratización cibernauta.

Primero que todo, Twitter se articula desde la presentación de sí mismo, en sus distintas actividades o interés en el día; datos que influyen a determinadas personas dependiendo de los “followers” que se tenga. En un principio, pudiera parecer que cualquiera puede influir en esta red social, ¿pero en qué medida? No todos tienen la posibilidad de tener una impresionante cantidad de seguidores, sino que eso está limitando principalmente a figuras del espectáculo o figuras que se manejan bien en el ámbito mediático. Dichos sujetos llegan a cifras de 12 mil o más seguidores, lo que implica que su incidencia en Twitter es mucho mayor a los que tienen entre 100 y 500 seguidores. Entonces, si twitter se basa en la influencia y en los seguidores que compartan la información enviada; es claro que aquellos que juegan un mayor rol son los que tienen más, por lo que finalmente son ellos los que manejan principalmente el dialogo. No puede ser democrático en la medida que no todos tienen la misma influencia, y son unos pocos, los que se manejan totalmente y comparten mayor cantidad de información tanto cuantitativamente como cualitativamente. Hay una jerarquía impuesta, que incluso se ve en las ‘listas’, donde los que tienen mayor incidencia se repiten en éstas; dejando de lado a todos aquellos que no son tan seguidos, aunque posteen lo mismo en cuanto a cantidad. Twitter no puede ser democrático, porque no se formula desde el discurso masivo, sino que la masa tiende más a recibir información que a otorgarla, siendo este grupo selecto quien se encarga de manejar mayor información y traspasarla en la red.

Facebook, en tanto, tiene otra dinámica. Centrada a crear redes sociales más complejas, por el hecho de que generalmente la información que se otorga en sobre sí mismo y el rol que cumple dentro de sus actividades. Tiene más recursos en cuanto a imágenes, juegos, videos; pero no se enfoca en traspasar información, sino que a interactuar con grupos de amigos o grupos más abiertos. Generalmente los que en Facebook tienen mayores amigos son los famosos, más televisivamente; pero el diálogo que se forma es más bien unilateral. No puede ser democrático porque no existen instancias para que lo sean, en esta red no hay dinámicas de influencias, sino una especie de presentación selectiva por parte del autor, que les entrega a los demás en forma de curriculum cibernético. Aparte de los grupos que se forman o los eventos, Facebook se centra en catalogar a la gente, según sus preferencias y sus selecciones a qué pertenecer, colándose en toda estas actividades el posicionamiento social que se tiene (quiéralo o no) en la vida real. Uno se presenta, quizás sin darse cuenta, con las mismas creencias que tiene en la vida real, pero siempre tratando de dar ‘la mejor imagen’. En facebook se presenta con máscaras, con la selección propia de lo que se quiere mostrar. Ante el enmascaramiento, es difícil hablar de una democratización, porque ninguno se muestra tal como es, sino como uno quiere ser o lo que uno quiere destacar; por lo que es probable que si dos amigos de facebook que no se conocen en la realidad se topan en la calle, no serán quienes parecieran ser tanto en imagen como en contenido. Ante esto, la idea de que todos podemos ser iguales en internet, se desvirtúa y deviene en en un juego particular de enmascaramiento y de engaños sutiles hacia la comunidad. Donde por tanto, no hay igualdad de condiciones, ni veracidad en el discurso. En facebook uno puede ser lo que siempre soñó, y si es amigo de gente que no conoce en la vida real; es fácil pasar ese engaño como verdad. Y a falta de información real, es difícil completar una verdadera democratización, porque las partes no están dialogando en igualdad, sino que conversan en un posicionamiento idealizado y lejano a la completa realidad de lo que el individuo es.