sábado, marzo 31, 2007
Te atrapé
Cuando te fuiste lejos, decidí llevarte siempre en mi cabeza para que nunca te me perdieras. Hay días en que siento tus pasos allí dentro y algunos de tus tropiezos cerca de mis ojos. No obstante, lo que más me hace feliz, es cuando llegas a mi boca y golpeas mis labios para que yo te deje salir; pero ya había decidido llevarte siempre en mi cabeza.
miércoles, marzo 28, 2007
El hueco
Un día desperté con el pecho hinchado, con la sensación de tener dentro de él una pelota de aire inamovible que estorba el pasar de la respiración. Fue entonces cuando corrí al doctor para que me curara esta terrible sensación. – Debe dejar de fumar – es lo que probablemente me diría, y curiosamente lo haría, ya que la sensación es realmente insoportable. Al llegar a la consulta, el doctor me inspeccionó cautelosamente, como si tuviera miedo de decirme algo. Dentro de sus ojos azules, su mirada perdida me hacía especular cualquier desgracia. Luego de un rato, se sentó frente a mí y me dijo: Su problema es que alguien le quitó el corazón, y usted no se dio cuenta. La falta de aire se llama: angustia. Y la única solución es que alguien se lo ponga de nuevo.
sábado, marzo 24, 2007
El hombre polilla
Más conocido como Mothman, este ser paranormal es parte de la misma línea de personajes como Drácula, Pie Grande e incluso el Yeti; con la única diferencia de que el hombre polilla si existe y dio mucho que hablar en la cultura sesentera de EE.UU
miércoles, marzo 21, 2007
¿Te acuerdas de las sábanas que suavemente se perdían en tu piel?
Acurrucada en una esquina perdida de mi cama, me mirabas con esos ojos interrogantes y tan expresivos; me decías que no te dejara nunca, porque no podrías soportar la culpa. Yo entre risas, te recordaba que algún dia lo haría, porque así soy yo. Te dije también que me iba a aburrir de tí en cuanto encontrara a alguien muchísimo más interesante, pero no sé porque no me creíste. Pasaron los días, y tu continuabas llámandome a mi casa, apareciendo de sorpresa con regalos y sonrisas e incluso un día decidiste besarme sin mi consentimiento. Fue en ese instante cuando te repetí que debías de dejarme ir, que me estabas atando a tí como si yo fuera una cadena inquebrantable; me ahogaba. Susurraste unas palabras que no alcancé a oír y te largaste a llorar en mi vestido. Yo no quería acariciarte suavemente para consolarte, ni tampoco quería darte palabras de aliento, simplemente quería que te fueras por la misma puerta que entraste. Te empujé hacia la puerta, ya no podía controlar el agobio que tu estúpida cara me provocaba. Tú te secaste las lágrimas e intestaste besarme de nuevo, pero esta vez mi mano detuvo tus labios, alejándote de mí. Empezaste a gritarme, me dijiste 'puta' y 'zorra' de forma repetida. Yo sólo te dije que estabas obsesionada de mí y que ya no podía soportarte. Fue entonces cuando sacaste esa arma blanca de tu cartera y me despedazaste el rostro a tiros.
- Al menos nadie te tendrá ahora, me llevé tu alma - dijiste para tus adentros. Y en ese mismo momento te volaste los sesos, sólo para acompañarme en mi viaje. Ni en mi muerte he podido descansar de ti.
viernes, marzo 16, 2007
Crónica de un mosquito en aceite
Parecía una locura, o casi una. Me encontré volando una cocina algo sucia, creo que miento, era un asco de cocina.
Ollas grasientas, vasos sucios, manchas de dudosa procedencia y una tortuga sobrealimentada eran mi panorámica.
¡Que horrible lugar! - pensé. Claro, como mosquito me he topado con sitios realmente repulsivos, pero ¿esto? Se
Supone que las cocinas deberían (o simplemente aparentar) que son limpias.
Temí por mí. Creo que podría agarrarme cualquier infección urinaria en este lugar...si, incluso pensé en contagiarme con sífilis.
Me detuve un momento...de una olla (¿o paila?) percibí un delicioso aroma a papa duquesa...
MMMMM....mis favoritas, creo que no había nada más placentero que posarse sobre esas deliciosas papas, y extraer lo que podía. Intentando no ser aplastado por una mano gorda, que sólo pensaba e engullir (ni siquiera saborear) esas excitantes papas.
Descendí un poco...la estúpida cocinera, aparte de no saber hacer papas duquesas, no prestaba atención a mí (claro, eso reducía mi índice de mortalidad).
Estaba a unos pocos metros de mi elixir, cuando veo ascender vertiginosamente un liquido grasiento y rancio (se supone que esto no debería suceder), el problema fue que interceptó mi vuelo.
Mierda que estaba caliente!....me atrapó en sus liquidas garras, y subí de igual manera con él! cielos!! Estaba mareado, quería vomitar (claro, como mosquito no puedo
darme esos gustos). Me adherí al techo, esta agua amarillenta me quemaba.
Oh!! Justo cuando estaba resignándome, veo una luz que me deja ciego. ¡¿Quién en su sano juicio le saca fotos a un mosquito atrapado y sufriente?!
Aparte de quemado y ciego, estoy bien...eso creo. Como verán nadie me ha limpiado, sigo aquí, en esta cocina aún de sucia, con esta gente igual de extraña...y bueno
¿Que puede hacer un mosquito aquí? Ni siquiera sé lo que haría una araña, una mosca o un ave australiana en mi situación....
Es por esto que nadie progresa cívicamente..... ¿Como pueden hacerlo con mosquitos en la cocina?
sábado, marzo 10, 2007
Poema para Isidora Cousiño Vicuña
''Si lograra
que esos ojos verdes
dejaran de asustarme,
emitiría una sonrisa
para provocar lo mismo.
Trataría de plasmarte
en mis hojas de papel,
únicamente para lograr entenderte
y así, iría cubriendo tus murmullos
con pedazos de mi propia angustia.
Entre tus palabras
guardaría cada una, escondida;
para descifrar el por qué
me pesan tanto,
las quiero tanto.
Trataría de socavar
aquellas despreciables frascecillas
para que no te perdieras
detrás de textos, detrás de nada.
Estaría ya gozosa
de compartir nuestra sangre,
para que esa sed de ausencia
jamás nos inundara.
Y paso a paso,
desarmaría el muro
para que me escucharas bien.
Mi -te quiero- te teme,
¡culpa de él!
quien cobarde y humillado
se niega a visitarte
y a desgastarse.
El tuyo, en cambio,
es más valiente,
quebró mis ojos
rompiendo las excusas.
Sonrío, prqueña, juro que lo hago.
Tras sombras y luces
que percatan el caminar
van exhalando frases sin sentido,
con el único fin
de que tus oídos perciban.
Te quiero, pequeña - susurran las hojas de otroño.
Y así se dijo sin temor,
esperando que algún día
pudiese expresarlo mejor"
martes, marzo 06, 2007
Poema para Ignacia Goycoolea
Me dices que sueñas,
te digo que no
tu yaces perdida en el rincón.
Me dices que amas,
te digo que no,
que tus palabras perdieron rigor.
Me dices que sueñas,
te digo que no,
que en tus fantasías
me dijiste que no. ¡
Perdida y olvidada!
Me debes tú decir,
mas yo todavía
tus sueños quiero cumplir.
Me dices amiga,
te digo que no,
tu muerte algún día
a ti te alegró.
¡Perdida querida!
me debes decir,
apagaste ya el cigarro
muy dentro de mí.
Querida te digo,
y tu me dices que sí
-respondes fría-
y yo - melancolía-.
Te ocultas me dices,
y yo digo que no,
me hallo perdida
en aquel rincón
lunes, marzo 05, 2007
Seguidilla maniatica
2. Odio las multitudes de gente pegadas a tí, sin si quiera dejarte respirar.
3. Me exaspera las puntas de los libros marcadas, o cualquier frisura insólita en cualquier página. Libros siempre impecables.-
4. Odio llamar por télefono porque me pone nerviosa el preguntar: alo? está juanita?. Odio, lo odio. No soporto, me siento rídicula.
5. Odio el jajajaa, okey, dale, vale en msn. ¿Que cresta digo ahora?
6. Me ponen nerviosas las filas. No sé esperar. Me angustio al tenr que ir caminando paso a pasito para llegar a mi destino.
Mis etiquetados en orden, traten de descubrir cual .
Isidora
Begoña
Hermosa
El Primo psicodelico
Piscis adorada
Enigmatica
PD: aun asi lean el poema anterior