domingo, diciembre 23, 2007

Fiesta Dionisiaca




Dejame navegar en barca dionisiaca
acumulando brebajes cuantiosos
de perdición poética
y de bendición en tinta...

Asimilar la articulación ajena
emanada con entonación particular
...la mezcla perfecta...
de lo dicho en actitud de hablante.

Y escúchame esta vez,
declamando un verso escrito en pluma;
una estrofa ambivalente
con retazos en oleo,
adornados con elegancia antigua
y olor a chimenea...

Te miro a los ojos silenciada
brindo por ti junto al altar,
el caliz contiene mi propio vino
esta vez, no salva de pecar.

Mantengamos la compostura
del actor soñando en realidad
y bajo la luz de algún farol enmohecido
recitaré tres veces,
mis palabras ensalivadas
envueltas de elegancia
fermentadas en fiestas dionisiacas

martes, diciembre 18, 2007

1939-1945


Que no se apague la vista
ante la venida del verdugo,
la frente y espalda recta
¡esto es una gala!

El cañon en la sien ajena,
el filo del cuchillo
seduciendo al torax,
y lo que queda
son balas perdidas....

El campo eriazo,
los amigos ausentes
los enemigos inertes
mi yo incoherente....

Se escucha el temblor de la tierra,
grita furiosa ante tal muchedumbre
la tierra bebe sangre,
y no cualquiera,
de la nuestra...

La bala que me inmolaria
cruza rauda junto a mi oreja,
me agacho y tiemblo,
me escondo y disparo...

Disparo heridas, disparo sangre
las balas,
ya están perdidas.

Esta última carta
te la escribo ensangrentado,
¡me han herido!
¡me han matado!




sábado, diciembre 08, 2007

Llovía en París


La continuidad del brillo
opacó esa sombra
que irrumpía en mi vista
quizas todos los días....

Una mariposa adorno paisajes
con vuelo fugaz, volátil
arrumó tu ser en el mio
y te compré flores sin razón,

......razón aparente.

Se desperfiló la silueta
encantada que sé yo con qué,
pero de todas formas

......encantada.

Y en ese suspiro
un tanto soez
abrigaste tu frio
con lo que quedaba del mío.

Llovía en París,
sobre Montparnasse,
se mojaban las calles
y se escuchaba
como tus ojos reían..

martes, diciembre 04, 2007

Extracto


Perdida y resguardada,
en calles similares
que acoplan su mundo, el suyo.

Cubierta de gestos,
ademanes reales...
de princesa pervertida.

Y haciendo la reverencia enseñada
rompe todo el protocolo,
para imponer el suyo

su desorden ordenado.

jueves, noviembre 29, 2007

Veneno ensoñado


Despierta
la noche estrellada
iluminada con sombras
que titilan abismos,
que perfuman flores...

Levanta la hiel
que contiene el veneno fresco.
Y hazmelo beber
una dos tres
veces...
hasta que sientas
ese último respirar.

La bocanada de aire,
última y post-mortem.
Sientate cerca,
lléname con el aroma
emanado de tu risa,
y que ese, sólo ese,
sea el definitivo.

¿Sabías que ya no quiero otro?

A veces,
la vida no parte en el parto,
sino que empieza
cuando la sangre se hiela
y lo único que vives
es el aroma
con que decoras
tus sueños...

lunes, noviembre 26, 2007

Extraña enfermedad



¿No te parece ridículo,
que mis nervios
colapsen y muten
al ritmo de tus palabras?

La ensalivada jerga,
los ojos fijos,
la risa entre comillas
y la voz armónica.

El escrúpulo inconcebible
del tacto de mi psiquis,
me hace perderme
en tu eje...

¡Y qué es de mi entonces!
En el vértigo del encierro,
en el sudor de las manos
y en ese molesto tartamudear...

Las flores se asemejan
al toque burlesco,
y a veces sensible,
de lo que podría ser un beso

Es que el amor
es tan parecido a una enfermedad
que escribo estas líneas
con alucinaciones febriles....

Y esa fiebre alucina
únicamente
lo que es

martes, noviembre 20, 2007

La caja de música



En mi caja de música,
guardé a mi bailarina perfecta,
que ni siquiera sabía bailar.
Ella usaba los acordes
para formar voces armoniosas
carentes de ruidos,
llenos de melodías....

Mi bailarina perfecta,
era un ángel enlutado,
una princesa burtoniana
con Verlaine bajo el brazo...

Caprichosa en sus formas
y arrogante en su modo,
era bella de por sí,
su por sí de princesa....

Conocía a Girondo
y sabía volar,
tenía alas en sus ojos,
en su boca y en su mente...

Ay, mi caja de música.
Se daba cuerda sola,
y yo al abrir los ojos
despertaba con toda su sinfonía...

Sus timbales azarosos,
sus violines coquetos,
y el piano,
se tocaba solo...

Ella en el medio
jugando a ser actriz,
a ser doncella
y a ser bruja.
Todas a la vez,
todas igual de perfectas,
de sutiles, de terribles....

Mi caja de música,
se arrullaba bajo los lirios
y algunas magdalenas.

Las flores son sólo para las princesas

jueves, noviembre 15, 2007

Cierra los ojos para oír música


Una pantomima retratada en el lado izquierdo del vidrio que separaba tu rostro del mio. Tu gesto, un tanto incidioso, me parecía gentil en cualquiera de las circunstancias y contextos; era simplemente bello. No sabría cómo detallarlo en este momento, tiene que ver con la mueca en la comisura de los labios y un movimiento ocular notable. Todo esto va acompañado de una melodía que se escucha sólo en mi cabeza, quizás la novena de Beethoven, ¡cuanto adoro tal sinfonía! Me parece tenebrosamente hermosa, con todas las intensidades perfectas: es el vértigo el que me causa extásis, el sentirme en el punto más alto de una colina sin/con miedo a tirarme y reventarme en el suelo previamente fallecida por causas inesperadas. Debe ser lindo eso, morirse volando. Es casi angélical. Ahora sumemosle la novena sinfonía, ufff....sería la escena perfecta para morir.

Me siento sólo un rato a fumarme un cigarro mientras miro como esas malditas palomas, y recalco el "malditas", arruinan el plano estético de lo que estoy tratando de observar. Y espero que no pase nada, sólo por ese gusto medio masoquista por ver como corre el tiempo, jugar con los minutos e incluso mimetizarme con el reloj. ¡sería casi un deleite hacer eso! No concebiría retrasos u otro inconveniente netamente temporal, que siempre son bastante malos como excusas.

Las puertas del metro se cierran y miro de reojo para asegurarme de que sigas allí, en el mismo lugar donde te deje. No me gustaría perderte de vista mientras me adentro en el túnel con luces fluorescentes que a veces me desagrada. A veces te encuentro, otras no. Sé que en algún lugar te estarías preguntando lo mismo, y cuando llego a la última estación....siento que al aire le falta ese olorsito especial. Pasa impávido junto a mí y lo único que me aleja un poco de mis recuerdos temporales es el ruido de las micros que apabullan cualquier melodía. La novena, nunca logro escuchar la 9ta de Beethoven mientras camino a mi casa, y ni siquiera sé por qué me gusta tanto escucharla en ese preciso lugar. ¿Será por el ardor que produce? ¿O sólo una fascinación con el vértigo que puede producir un loco jugando a ser poeta?

El camino es aburrido, calles lánguidas muertas hace mucho tiempo por la cantidad de viejos desgastados, y guaguas inmóviles. Uno que otro perro me espanta, y debo cruzar a la otra cuadra por el terror a que me coman. El segundo movimiento de la novena me retuerce. Siento algo parecido a lo que podría haber sentido un fánatico de Wagner al ver las tropas alemanas desfilando por París. El genio de Bonn siempre me pareció mejor que Wagner, y tengo una rivalidad extraña por los dos. Un músico alemán, ya por el hecho de ser alemán, lo debería abarcar todo sin compatriotas que le destiñan su trono de oro.

Me acuerdo de esa mueca, de ese detalle que hace que todo cambie, muta la realidad y la transforma. Se hace el punto de convergencia que crea retazos distintos a lo que no se veía, quizás por torpeza u ojos programados para apreciar un par de cosas superfluas y dejar lo demás a oscuras. Pero no, no estoy para mimetizaciones y apreciaciones colectivas - le tengo pavor - .

Y ahora quien sabe por qué tengo esa sonrisita en el rostro, esa elevación picaresca de los labios. Esa bifurcación chistosa del rostro cuando habemos dos, y ninguno sabe muy bien en qué se podría diferenciar del otro, porque ambos atropelladores, quieren manifestar un par de palabras.
¿Y sigues sentada allí? En el punto donde te deje, no quiero sonar imperativa, pero no te muevas de ahí, que ya voy a buscarte.

viernes, noviembre 09, 2007

Post 100


ay, ay, ay
mis piernas son espumas,
como las olas del mar
que se esfuman,
se van y vuelven.

ay, ay, ay
mi corazón está taquicardico
palpita fuerte,
y sube la presión
hacia la boca y grito.

No sé que grito,
onomatopeyas,
o quizás insultos.

Yo no suelo insultar,
tampoco me insultan...
pero algo grito.



Y no recuerdo,
cómo llegue aquí,
¿que te trajo a mí?
Una vez escuche tu chillido de lejos,
y me sonreí al verte ahi.

Nadie me grita nunca....


¿Y cúal es tu problema con las calles?
Es que son muy estrechas para mí,
y yo soy muy torpe para ellas...

¿Pero que quieres hacer?
Quiero armar un mundo,
nuestro propio mundo....


ay, ay, ay
mi cuerpo se esfuma
junto a una canción....

ay, ay, ay
mis ojos te miran
y a veces no te veo...
pero no es que no estes allí,
es que a veces yo no estoy donde crees...

Y caen las gotas de lluvia,
y me tiendo a mojar...
plop, plop, plop...

¿Quíen está dirigiendo este poema?
Pero si no es un poema...

ay, ay, ay
alguien me está cerrando el ojo...
y creo que soy yo

Buenas noches querida.

jueves, noviembre 01, 2007

Gira


Escrito en un lugar un tanto mágico....en una noche un tanto mágica......
gracias por eso....


¿Date vuelta?
Y regálame tu sonrisa,
no prometas nada
que yo ya lo hice.

Vuelvete un momento,
y mírame a los ojos
¿No te das cuenta?
Te reflejo mi alma
sutil y vulnerable,
haz lo que quieras,
no me importa qué,
pero haz algo.

En tu sutil frescura
y en tu armonía perfecta,
en tu cuento de hadas
donde tú, y sólo tú,
eres la princesa
que reina dentro.

¿Date vuelta?
Y te regalo el mundo
o lo que tenga de él.

viernes, octubre 26, 2007

Sinceramente


Me gusta que sostengas tu mirada,
y que hagas escapar a la mía.

Se esconde
en su misterio
en su verso
en su timidez

No te voy a revelar nada,
no insistas en eso,
tendrás que sacarlo a golpes
y soy literal.

Voy a contener tu neurosis
pero no escaparás de la mía

¡Piensalo dos veces!
Y no te atrapes
en laberinto ajeno

Aunque si quieres visitarlo
lo recorro contigo
¡quiero que nos perdamos
para encontrarnos nuevamente!

sábado, octubre 20, 2007

Cuidado con las aficiones ajenas



La irracionalidad
de la búsqueda.....
de complentar fragmentos incognosibles,
con seres fantásticos de igual índole.

Es tu verdad contra la mía,
es tu golpe contra mi mano,
es tu mirada contra la mía.

Y yo que confío en mí,
siento que te dejaré ganar....

¿Y si te convierto en musa?
¿Estaríamos a mano?
Sería indoloro, eso te lo prometo

No te atrevas a acercarte tanto....
Si tú rompes mi psiquis,
yo destruyo la tuya.

viernes, octubre 19, 2007

Cumpleaños blog


El blog cumplió un año! yupi!

Hay que celebrar con tortas y pasteles de distintos sabores, uno nunca sabe el gusto de una paginilla como ésta. Pero lo importante es sentarse a la mesa a comer cosas dulces

Gracias a todos los que se sientan a tomar el té, y los que no, también.




sábado, octubre 13, 2007

Acto 1


Regálame un sueño
y te daré mi realidad.
Te llenaré la boca de risa
y los ojos de brillo.

No me temas,
soy sólo yo
que vengo de noche
para adornar tus sueños.

Te robaré tus pesadillas
y las dormiré yo,
quiero verte despertar
sin pesadumbres,
sin miedos,
sin heridas.

Intentaré coser tu corazón
y quitarte esas fisuras,
no quise hacerlas,
a veces no controlo
mis garras.

Y un día,
no importa cúando,
te darás cuenta
que el verbo amar
tiene muchos matices

Acompañame a encontrar otro final.

viernes, octubre 05, 2007

Te quiero


Alejandra no había podido conciliar el sueño esa noche, se encontraba perdida y vagabunda entre sus propios pensamientos. Ni siquiera se atrevía a abrir los ojos, el éxtasis interno la mantenía acalambrada hacia dentro de su propia existencia; gemía en silencio, olvidada. Yacía dentro de su cama, tapada con muchas frazadas que se presionaban contra su frágil cuerpo en tono invasivo, y ella, recogida como un huevo, soltaba una lágrima, una última gota. Se había prometido no llorar nunca por amor, por encontrarlo terriblemente siútico y estúpido, no quería permitirle a nadie tener el gusto de sacar al exterior su fuero interno, pero nunca lo pudo lograr. Sollozaba.


¿Qué te pasa? – le había preguntado María al verla en esa actitud catatónica. Vestida con esos suéteres de hippie de neoliberalismo, la miraba con una preocupación un tanto exagerada. “¿A mi? Nada.” – dijo Alejandra tratando de evadirla, era su mejor amiga, pero siempre la evitaba, como si fuera una plaga, o tuviera alguna enfermedad contagiosa. Le temblaban las manos al verla demasiado cerca, y en ningún caso podía mirarla a los ojos, se turbaba y caía perdida. Se recogía en sus propias sábanas, tratando de escabullirse de todos sus recuerdos, como si quisiera borrarlos de forma rápida y precisa.


“Oye, ¿que te pasa?”- insistió. Atropelladora y ofuscada, María entrecerraba los ojos para mirar a Alejandra y descubrir que cresta tenía. Callaba esperando una respuesta que no venía, que ni existía, que no se concebía en lenguaje verbal. Se mantenía de forma icónica en la cabeza de Alejandra, enferma y silenciosa. Se abstraía y viajaba dentro de las propias páginas de su diario, porque era éste su único, y digo realmente único, confesor de las acciones y pensamientos que se iban emitiendo. María lo sabía, y no le importaba, en realidad no era copuchenta, no le importaba saber cosas que no querían contarle, ni dar especulaciones o inventar cosas. Ella no esperaba nada de nadie, y era así la única forma de que nadie la decepcionaba, en cambio, siempre se llevaba gratas sorpresas. “Te dije que nada” – dijo, y le dio la espalda. La lágrima había salido, aquella que la volvía culpable de todo lo que la propia Alejandra no estaba dispuesta a aceptar. Su excusa, su culpa, su falta. Todo en esa lágrima maldita que se le había escapado por un descuido, por tratar de sobornar a su propia conciencia, dándose cuenta de que es una paradoja hacerlo, por tanto, casi imposible si tenemos en cuenta la perfección de la naturaleza.

“Bueno” – María rendida, desinteresada y preocupada del volante. Había perdido la atención que tuvo por unos segundos, no le gustaba rogar, y mucho menos rogar por algo que en el fondo, no le influía en lo absoluto. O al menos, así lo creía ella. Dieron vuelta a una calle y estacionó en auto con fuerza, para tratar de demostrar que era ella la que tenía realmente el control de la situación. Alejandra abrió la puerta del auto y se sentó en la vereda a fumarse un cigarro.

“María, te quiero” – le dijo entrecortada, respiraba rápido el humo de su cigarro.

“Si, yo también” – le respondió mientras revisaba su billetera, en busca de algún papel o alguna chuchearía del estilo. Alejandra ya no sintió ese frío que tenía en la espalda, no necesitó acurrucarse en su cama a llorar, porque sabía, y de eso estaba segura, que al menos ella la quería.

viernes, septiembre 28, 2007

Risa


¿No ves como brillan mis ojos?
¿No ves que los oculto tras mis anteojos?
Es que no quiero que me mires,
no quiero que te contactes con mi mirada.
Dice mucho más de lo que yo quiero.

¿No ves mi alma reflejarse?
Es que quiere salir de mi yo
para darte un abrazo,
sólo uno, te lo prometo.

¿Quieres ver como me río?
¿Como mi felicidad se conecta con la tuya?
Se enreda y se vuelve co-dependiente....

Quiero envolver mi corazón en papel de regalo,
y mandartelo por correo
Van gogh envio su oreja de esa forma,
pero yo no opto por el sadismo.
Sólo quiero que tú lo tengas,
porque ya dejó de ser mio.

Y me delata la torpeza,
que algunos confunden con sinceridad.

Y me delatan mis ojeras,
de noches enteras escribiendo
cosas así.

¿No ves como asiento con la cabeza?
Ya estoy en otra parte,
en mi mente.
Y dentro de ahí,
me escondo en ese rincón
que cree sólo para ti.




jueves, septiembre 20, 2007

La historia de la sirena varada



El mar bravo trajo una sirena a las playas de un pueblo un tanto perdido, olvidado en la polvoreda que causa la ausencia total de recuerdos; allí varó. Llegó en una ola brillante, que la empujó con delicadeza, depositandola con sutil belleza en la playa. La ola amaba a la sirena. El mar entero amaba a la sirena.

Pasaron los días en aquella playa grisacea y carente de contacto humano, hasta que pasó por allí una joven. Nunca pasaba por allí, no le gustaba lo gris de la playa, pero vaya uno a saber por qué decidió cambiar de ruta. Algunas personas lo llaman destino, yo prefiero decir que es la magia que producen las sirenas. Y en su caminar la miró directamente a los ojos, y desde ese mismo momento no pudo dejar de observarla.

Eso es lo más bello de la belleza, que cuando uno se la topa, no puede dejar de observarla; es eterna.

Y se quedó ahí horas, días e incluso meses. No se movió ni le dirigió la palabra, sólo miraba a la sirena y la repasaba cuidadosamente de cola a cabeza. Hasta que la sirena comenzó a sentirse observada, y se puso nerviosa.

- Oye, ¿qué te pasa? ¿Por qué me miras tanto?
- emm...no lo sé, supongo que es porque nunca había visto una sirena.

Y la sirena encontró que era un buen argumento y se quedo callada. Permitió que la mirara por unos meses más. Hasta que tanto aburrimiento la mató. Y junto a ella murió su singular belleza. La joven ya no quiso mirar un cadáver de sirena, porque ya no le parecía hermosa ni motivante.

Días despúes la joven entendió todo. No puedes mirar la magia de lejos, tienes que introducirla a tu vida y vivir con ella. No importa cúan absurdo pueda sonar, pero es verdad. Al menos, a mí me ha funcionado.

Y soy muy amiga de la sirena.

jueves, septiembre 13, 2007

Epílogo de los Sueños


No tocaste la puerta e irrumpista en mi pieza con el bullicio de tu sola presencia. Levanté mi mirada y me cruzé con tus ojos ¡esos malditos ojos!, que me hacían perder la razón en tan sólo un pequeño instante. Me levanté para saludarte, pero tu te adelantaste y tomándome la cara con ambas manos, me besaste. Colapsé por dentro, me volví loca por quererlo, me transgredí en cada uno de mis huesos. Me miraste de nuevo, no me dijiste nada. Me sonreíste y me diste tu mano. Yo me había quedado en blanco, en ese desface maravilloso que produce la belleza, no podía articular palabra, porque lo que te quería decir no tenía ningun tipo de form alingüistica, no existía. Opté entonces por acercarme, por dejar que apoyaras tu cabeza en mi hombro, por acariciarte la espalda y por sonreír. Opté por todo eso de forma infinita. Es ese minutó me desperté, eran las ocho de la mañana. Mi rostro estaba cubierto de lágrimas, pero mi sonrisa permanecía intacta. Era matafísicamente perdurable. Yo a tí te amaba, y tu lo hacías también en mis sueños.

viernes, septiembre 07, 2007

Sueño nº4...y último





Poema sin nombre

Tengo miedo a quererte como lo hago,
a dejarte descifrar mis miradas,
a buscarte en todo lo que hago
y a escribirte más de lo necesario.

Tengo miedo de tenerte en mi cabeza,
de pensarte casi en vano
de quererte como lo hago.

Me da terror ser vulnerable
ante algo tan pequeño como un par de ojos,
es que la mirada es demasiado sincera,
y no quiero revelarte lo que pienso.

Me perturba, dicho sea,
que te quiera a mi lado,
que te desee más cerca
como sueño buscado.

Quiero dejar de ocultarme,
que decirte que te amo,
pero te aseguro
que en otra vida

Esta, ya me ha engañado.

lunes, septiembre 03, 2007

Sueño nº3



El sueño

Te busqué en otro mundo,
en uno desvariante y presumido; un ensueño
cubierto de olores y colores difusos
empapelado de deseos,
aquellos rotos, que rotaron dentro mio.

Te busqué en mi calma,
dormida ya estaba,
¡mas en inoportuno momento!
porque tu rostro no aparecía
dentro de ese sueño ¡dios quisiera eterno!

Y muté en divagaciones tontas,
en fragmetnos fotográficos,
en ese olor impregnado
en cabeza, cuerpo y alma.

¡Eureka! - gritaba el griego
y yo en vi imitación
retumbé con eco tal frase.

Debajo de mi almohada yacía
tal belleza rimbombante,
tan indiferencia estimulante; rapaz y ofensiva.
Yacía en mi mente,
como cuadro barroco,
tu rostro cubierto de detalles

miércoles, agosto 29, 2007

Sueño nº2



Misantropía

Me atañe tu pulso,
carente de miedo,
le temo a ese pulso
precursor de mi sueño.

Me aflijo en tus ojos,
cuidado digo yo,
que no me acostumbro
a llenarte de halagos, ni a deletrearte en vano

Me duermo en tu rostro,
con senil amargura,
es que no me acostumbro
a quererte a mi lado.

Te pienso en mi mente
con equizofrenia
es que no me acostumbro
a mantenerte en mis halos.

Y repito, ten cuidado
que no me acostumbro
a mi falta
de misantropía

sábado, agosto 25, 2007

Sueño nº1


Perdido camino

Escabullabase mi sombra entre las calles,
con tono burlesco y andar agitado
se perdía en el tiempo; tiempo atemporal,
y buscaba cruzarse contigo.

Yo contigo, pero tú no conmigo.

Quería sorprenderte en avenidas
dulces y perdidas
frías y cansadas
rotas y acalambradas.
Quería rozarte el hombro frente al aromo,
cual transeúnte despistado; perderme y encontrarme.

O acaso, romper todo orden,
crear un anagrama de colores
con las letras de tu nombre, de tu alma
¡Que importa! letras tuyas y mías.

Tropezarme con tus pies, torpeza mía.
Perturbar el tañido de tus pasos - uno, dos, uno, dos -
y robarte, con actitud imperante, un pedazo de tu calma,
de tu tiempo, mirada, respiro, sueño, beso, moneda, mano, labio.

Eso tampoco importa.
Oye, ¿permiteme sorprenderte?

martes, agosto 21, 2007

¡Desaparece!



Me gustaría enterrarte bajo esos pilares oscuros, donde el Sol se ha hecho auscencia, extendiendo una larga sombra que cubre la totalidad de la tierra, quiero dejarte olvidada ahí, en lo más profundo del subsuelo. ¡Desaparece de una vez!, lo estás haciendo de a poco y eso me molesta, quiero que las cosas las hagas rápido y sin hacerte la interesante, no me interesa mirar como te desvaneces lentamente por mis dedos, ni como te vas volviendo aire, en soplidos absurdos y carentes de sentido. Me encantaría poder pintar encima de tu rostro, cubrirlo con capas y capas de pintura acrílica, así no vería tus ojos ¡tus perturbadores ojos!; estarían bajo el lienzo que haría encima de toda tu piel, sin dejar poro libre de mi arte. Hazme el favor de no recordarme, quiero que me temas denuevo, no soporto que conozcas mi lado sensible y menos que los utilizes cuando los necesites; sabes que no soporto que me tengan confianza, ni mucho menos que me abrazen frecuentemente. Ya me aburrí de que mis ojos te causen sonrisas, no quiero verte reflejada en ellos. Seamos anónimas la una para la otra, fantasmas, espejismos, cualquier cosa pseudo-inmaterial o incognosible que nos haga evitarnos en cualquiera de los pasillos donde solemos regalarnos miradas. Baja el rostro cuando yo camine a tu lado, no me hagas el favor de permitirme observarte cada día, sal de mi mente, limpiate de allí. No eres bienvenida. Desaparece de mis textos, de mis dibujos, de mi cabeza, de todo lo que huela a mí. ¡por favor! Haz todo eso como un favor, me encantaría encontrarte de nuevo, y darme ese exquisito placer de conquistarte de a poco.

martes, agosto 14, 2007

Poof!


Me perdí en sus ojos mucho antes de que me diera cuenta, mucho antes que yo me hubiese percatado de lo que estaba pasando conmigo. Muté y colapsé por culpa de un desliz, de un sutil acercamiento de nuestros rostros, de una ínfima mirada de complicidad. Empecé con los tiritones y con esa necesidad agobiante de buscar sus rastros en mi cabeza. ¡ Y habían en cantidades increíbles! Fue entonces, cuando decidí explotar y librarme de todos esos sentimientos que rondaban y jugaban con mi cabeza.
¡Kaboom!..........

P.S: El que quiera recoger algo, que lo haga.

viernes, agosto 03, 2007

La Nena




Hoy mientras andaba en micro, pensaba en todo lo que se suponía que haría hoy. Llevaría a una nenita a un bar algo perdido, con poca gente y música a un volumen lo suficientemente elevado como para no notar la soledad en qué nos encontrábamos. La invitaría a un pitcher a medias, y a dos piscolas (o cualquier trago que ella quisiera, pero debían ser dos). Así estaría algo borrachita, y yo podría acariciarla por debajo de la mesa, sin que me dijiese nada. Hablaríamos de muchas cosas, y la haría reir muchísimo. Es importante hacerla reir. Ya tipo 4 de la mañana, estariamos ambos un poco ebrios, y le díria que la iria a dejar a su casa (en taxi por supuesto). Nos sentaríamos en el paradero de micro a conversar, y yo me acercaria de a poquito, y ella también lo haría. Terminariamos con los labios a una distancia escalofriantemente cercana, susurrándonos cualquier brutalidad, y yo la besaría cuidadosamente. Estaríamos ebrios y con frío, pero besandonos al fin y al cabo. Pasarían muchos taxis junto a nosotros, pero yo no haría parar a ninguno, porque estaba feliz besando a la nena. Y cuando hubiesemos separado nuestras bocas, ella se sonrojaría un poquito, y yo le acariciaria la mano levemente. Pararía el taxi, y seguiríamos conversando brutalidades como si nada hubiese pasado. La dejaría en la puerta de su casa, y esperaría a que entrara. La miraria fijamente a los ojos, para que ella se diera cuenta de que no podía dejar de mirarla. (A algunas les parece lindo, a otras no. Espero que ella sea de las que les gusta). Luego, le pediria al taxi que me llevara hasta mi casa, y prendería un cigarro. Llegaría a mi casa, un poco tambaleandome, y metería la llave en la cerradura sin ningún problema.
La micro se detuvo, y yo me bajé. Eran las 12:oo pm. La nena me había dicho que estaba de novia con la chica que vive al otro lado de la esquina. Y yo le sonreí, casi como una irónia. La felicité, y le dije ¡vaya!. Transcribí mis planes para el día de hoy, y se los di a la chica del otro lado de la esquina. Le dije que porfavor siguiera todo al pie de la letra, y me dijera si realmente funciona. No quería quedar como el pobre bruto que se enamoró de una chica, quien se había enamorado de otra chica que vivia al otro lado de una esquina. Al menos otra persona encarnaría mi sueño, y sería parte de una noche lésbica y metafísica.

domingo, julio 29, 2007

(Re)Encuentro


Nosotros paseabamos abrazadaos por el Parque Forestal, conversando quien sabe de qué; a veces, nos deteníamos para besarnos o simplemente para mirarnos un rato a los ojos. ¡Cúanto me gustaba tu mirada, era una de las pocas que me daba paz realmente!
La gente nos miraba burlándose, se reían siempre al verme contigo, como si tuvieras algo que no calzara. En todo caso, para mí era muy cierto, ya que yo siempre te decía que eras la persona más enigmática que había conocido. ¡Y te amaba por eso! Te amaba tanto que siempre estaba contigo, pese a todas las burlas extrañas de la gente y sus caras de preocupación. Como si estuvieramos equivocados o haciendo algo malo.

¿Te acuerdas de aquel día que me empezó a doler fuertemente la cabeza?
El doctor me dijo que tu no existías, que eras producto de mi imaginación. Tú estabas ahí conmigo y no me lo negaste, no dijiste nada. Me miraste con esos ojos tuyos rogándome que no te borrara de mi mente, que no me curara de ese mal enfermo de imaginarte en cada lugar.

Yo cumplí mi promesa y escapamos juntos a nuestro jardín hecho de girasoles. Ambos sabíamos que tampoco existía, pero de cierta forma, nos gustaba ser cómplices de esa suerte de inexistencia

sábado, julio 21, 2007

Y ella se entrometía


Paulina se entrometía constantemente en mi vida. Revisaba mis mensajes del celular, los contactos que tenía en MSN, en mi agenda, en mi libreta de notas, en los papeles arrugados del basurero, en la mano izquierda, en la derecha......en fin, quería conocer a toda la gente que estaba a menos de un metro mío. Gritaba desaforada cuando sentía que la engañaba e incuso derramaba lágrimas de celos incomprensibles. Sólo el tiempo fue calmando paulatinamente su paranoia. Un dia descubrí que ella me mentía, que se estaba inmiscuyendo con la única persona con que no debía. Vi como le dejaba mensajes en secreto, como le vomitaba literatura barata ante mis ojos. La llamé frenética preguntando ¿que carajo estaba haciendo? Ella me encontró rídicula y dijo que no podía comportarme de esa manera. Examiné en sus diversas carteras y bolsos, buscando pruebas de mi sospecha, no podía permitir tal infamia a mi persona. Me estaba engañando la muy perra y no quería contestar a mis preguntas. Cuando la encaré, lo único que respondió fue: "Paulina, no te entrometas tan obsesivamente en mi vida"

Mierda, yo siempre había sido Paulina

viernes, julio 13, 2007

Mi broma, tu broma


Te voy a gastar una broma,
de esas que te asustan,
que te encogen.

Te quiero hacer sonreír
cada vez que te vea,
quiero oír tu risa
y reflejarte en mi espejo.

Quiero abrazarte fuerte,
para quedarme con algo de tí,
no importa qué
elige tú.

Yo preferiría tu olor.

Te cruzaré un dia en la calle
y apreciare tu sorpresa.
Me encanta cuando te sorprendes.

Despúes de todo esto
te daré un beso en secreto,
y me lo devolverás tras cualquier árbol.

Será entonces cuando te dire
que no puedo evitar quererte.

Y tú desaparecerás....

sábado, julio 07, 2007

Llevo una princesa



Llevo una princesa en la mano,
oculta y resguardada
casi silenciosa a ratos,
con olor a cuento olvidado.

Llevo una princesa en la mente,
humilde y altiva
dicho sea de paso,
con arrogancia furtiva.

Llevo una princesa en el bolsillo
pequeña e inquieta
con colores pasteles decorada,
con rostro pictóricamente combinado.


Llevo una princesa en el alma,
a veces lleva vestido rosado
disfrazado de divina sutileza
y zapatos gastados.

Llevo una princesa en la mano
susurrándole cada secreto guardado,
y ella con finura nobleza
me pregunta que cuanto tiempo ha pasado.

Y yo que peco de torpeza,
le respondo confusa
dos inviernos y dos veranos.

domingo, julio 01, 2007

Shhhh

Me contabas que te había sucedido denuevo, que habías entrado a esa fiesta sin ninguna expectativa y te la habías encontrado en su mejor vestido sonriendote. Y tú que no pecabas de majadería, no le dijiste nada, ni siquiera eras capaz de mirarla; porque caías siempre ante sus ojos, y ante eso no había nada que hacer. Te sentías culpable de eso, llevabas ese secreto enclaustrado dentro tuyo, y siempre pensaste que no decirle nada te hacía una mierda de persona. Probablemente lo eras.

Entonces, mientras pensabas eso, ella se te acercó y te susurró algo que tú nunca me dijiste. A mi siempre me ocultaste todas estas cosas, siendo que sabías que no te reprocharía algo así. Fue ahí cuando me dijiste que te habías enamorado de ella, pero que no querías decirle.

- Por la misma puta! - me dijiste. Yo te respondi que era una idiotez no confesárselo. Por un momento pensé que recapacitarías y le dirías la verdad, pero no, al final nunca lo hiciste.

Ahora te carcomía el hecho de mirarla, y saber que nunca sería tuya. Te apretaba la garganta, tenerla tan cerca y ni siquiera atreverte a rozarla.

Siempre fuiste idiota - en ese sentido - siempre fuiste cobarde. Por qué ella te quería de la misma forma que tú a ella. Y el estúpido silencio que existió en ese sentido, terminó enloqueciendote.

Y enloqueciste de tenerla tan cerca y no poder decirle nada. Nada. Ni una palabra sobre el tema. Te congelaba el miedo de sentirte fuera de lugar, en otra galaxia. Te daba miedo ir contra las reglas, siendo que siempre pregonaste que eras rebelde.

Años despúes te encontré tomando café en un viejo local en el centro. Ni me miraste, no querías que te preguntara por ella. Me dijiste que la amabas, y que a veces la mirabas a lo lejos, pero nunca ibas a saludarla. Te conté, ese día, que ella también te amo a tí. Pero tú no quisiste creerme, preferías vivir con la idea de que el amor imposible existía de por sí. No querías escuchar esas fracecillas esperanzadoras que decían que el amor imposible, lo es, debido a que alguien lo hizo asi. Terminaste tu taza de café, y me dejaste su foto en la mesa.

Yo te miré salir tranquilamente. Hace años que te amaba, pero nunca te diría nada.

viernes, junio 29, 2007

El rapto


Voy a raptarte en un caballo,

Como en los viejos tiempos.

Voy a llevarte a un castillo lejano,


Como en los viejos tiempos.


Voy a darte de comer,

Los mejores platos,

Y adornaré con oro

Cada uno de los rincones

de tu pieza.

Compraré caballos,

Y tendrás lacayos,

Como en los viejos tiempos.


Compartiremos un lugar secreto,

Y conviviremos en silencio,

Como en los viejos tiempos.


Te tendré una novedad.

Que no es antigua.

Todo esto quedará en tus sueños.

Y al cerrar los ojos,

Tendrás las maravillas que te he prometido.

Te rescataré en ellos, y correremos lejos.

En los sueños, en los sueños.


Los viejos tiempos han pasado ya,

Los sueños continúan vivos,

Porque no tienen final.

¡Son eternos!


Te raptare en la eternidad.

Y no te soltaré hasta que se acabe.

lunes, junio 25, 2007

Los ojos y nada más


En esa calle nos encontramos,

Era primera vez que te miraba a los ojos

Y nunca más puede dejar de hacerlo.

Me mirabas tanto,

Como si fuera la última vez.

Yo de reojo lo hacia también

¡PERO NO QUERIA QUE TE ENTERARAS!

Me ocultaba para verte pasar,

Y tú me mirabas,

Sabiendo de antemano mi escondite.

Me diste un cigarro,

En forma de agradecimiento.

Te gustaba que te mirara.

Y yo te di uno a ti,

Para que lo compartiéramos.

Me dijiste que sí, y me invitaste a un café.

Y yo te mire, nuevamente.

Saque mi cuadernito, y trate de dibujar tus ojos.

No lo logré.

No me gustaban mis dibujos.

Te los pedi,

Tú te asustaste.

¡Escapaste!

Y que deleite saber aquello,

Porque ahora,

No me querías cerca.

Y yo me acercaba mucho,

Y no me veías.

Yo veía tus ojos, y los tenía para mí.

Es secreto, con cuidado.

¡Nunca lo supiste!

El día en que la vejez te llevó,

Tomé tus ojos,

Y los guarde muy cerca de mí.

Ahora eran míos,

Como siempre soñé.

Te habías ido muy lejos,

Pero no me importaba.

Yo quería tus ojos,

Nada más.

Sólo los ojos,

Y nada más

miércoles, junio 20, 2007

Enloquecer


Tú me hablabas ya no sé de qué, llevaba quince minutos sin escucharte; pensaba en las mil y una forma que tendría para darte un beso, para excitarte hasta que enloquecieras. Yo quería enloquecerte, quería que te perdieras dentro de mí, quería que no encontrarás nada más que orgasmos y supieras que por un segundo yo no te estaba escuchando. Tú me seguías hablando de tu vida, de cómo te la estabas tomando, y yo quería sacarte la ropa sin que te dieras cuenta. Quería tocar cada parte de tu cuerpo y sentirte respirar agitadamente a medida que me iba acercando a ti, a medida que nuestros cuerpos se iban fusionando para convertirse en uno sólo.

Mientras pensaba en eso tú me miraste a los ojos y me preguntaste por qué diantres te estaba mirando de esa forma. Yo no sabía que había cambiado la manerda de mirarte, siempre te he mirado de la misma forma, porque siempre que te miro pienso en todas las formas que tengo para enloquecerte. Y te lo digo sin preámbulos, y tú te contorsionas, porque te excita que te digan esas cosas. Te me lanzaste a los brazos sin ninguna cautela, y en efecto, yo te enloquecí. Lástima que al día siguiente no me hayas encontrado en tu cama. Yo no quería despertar ahí, sólo quería hacerte perder la cabeza.

sábado, junio 16, 2007

Por el mundo en globo


Silencio,

Silencio muerto, pintado en papel

Pedazos de cartón silenciados.

Todo se calla, apretas el botón

Y la bala te degolla,

Te vuelves espuma, te vuelves mar

Te vuelves océano y vuelas,

Para olvidar, para encontrar,

Simplemente buscas.

Eterno buscador,

Cruzas las mentes,

Y la frontera no existe

La imaginación tiene un pasaporte universal.

Los aeropuertos pasaron de moda,

Ahora todos viajamos en globos.

Y seguimos, volando.

Vamos a atravesar el mundo sin rechistar,

Nadie nos sigue, todos nos ven.

Vamos a plantar un bosque,

Y nadie lo sabrá.

Soñamos demasiado,

Pero nadie lo sabe,

Es nuestro secreto.

Nuestro, tuyo y mío.

Es nuestro mural con tinta china,

Con colores.

Nadie lo entiende, pero es simple.

Hay que saber quererlo.

Amarlo, mirarlo, soñarlo…

El arte tiene una expresión,

Y es nuestro viaje,

Por el mundo en globo.

jueves, junio 14, 2007

14 de junio 2007

Hoy recordé. Recordé años pasados. Recordé mi actitud.

Hoy aparecí donde no tenía que estar, de donde quería escapar.

Hoy sonreí. Me alegré de mí.

Volvia a sentir esa felicidad increible por la felicidad ajena. Llevaba dos años sin sentirla.

Llovia. Hacía frio. Y yo estaba en una esquina oscura. Simplemente estaba ahí.

Mucha gente me pregunto el por qué, y yo no les respondi la verdad.

Me importaba porque era importante para tí. Por eso llegué.

Llegué para entregarte algo que intuía que seria útil para ti. Fue útil para mi en su época.

Me sentiría rídicula al confesarlo, yo soy de las que guardan silencio.

Hoy me di cuenta lo mucho que te quería.

lunes, junio 11, 2007

Te hablo, te pienso


Te quiero para mí - pensaba
Realmente no me importa - le dije

Me miró sin entender lo que le decía, sabía en lo que estaba pensando. Siempre lo sabía.

Te iré a dejar a tu casa - me dijo
Quiero darte un beso - pensó.

Yo también sabía lo que estaba pensando, pero no le dije nada, yo nunca le decía nada. Durante el camino no abrimos la boca, no era necesario.

- Que te vaya bien - me dijo
- Te llamaré mañana - pensó

- No te volveré a ver más - pensé
- Hasta luego - le dije

Nos mentimos toda la vida. Jamás contesté sus llamadas y ahora mi mente no recuerda su cara, únicamente su olor. Aquel que alguna vez se quedó impregnado en mi cama

miércoles, junio 06, 2007

¿Te conté que no me atrevía?



¿Por qué vuelves a alzarte?

Entre penumbras del recuerdo

Vas citando tu aliento

Calido y febril,

A donde no puedo seguirte

Porque no hay espacio, no hay un lugar.

El perfume de tu rostro,

Se vuelve el olor del calvario,

Todo se trastorna en un paraje desolador

En donde me encuentro sola,

Esperando tú presencia.

Y no eres tú, pequeña,

No eres tú la que me tortura,

Clavándome en la misma herida,

Que aun no decide morir.

Es simplemente, la blanca espuma,

El mar tenebroso, y ese Sol menguante;

Los que van atando mi alma a un muelle olvidado.

¿Te conté que no me atrevía?

Veo como nos hundimos,

Siendo náufragos nuevamente

De mi propio error,

De aquel que magulló mi débil cuerpo,

Y lo abandono al borde del callejón sin regreso.

Trataste de encontrarme, pero no llegaste hasta nada más,

Que un pedazo de carne envuelto en espuma.

Sentía como te ibas colando por mis dedos,

Y como tu mirada fría y mentirosa,

Me iba recordando diariamente

Que las obsesiones son para los tontos,

Para aquellos que cometieron el pecado

De querer más de lo que se les pide.

Te dejé una rosa tendida en el velador,

Y me regresaste un puñado de cartas sin abrir,

Al igual que las miles de fotos

Que fueron inmoladas con el ardor de tu ira.

Y no te preocupaste de dejarme con vida.

Y no eres tú, pequeña

La que me devoró con sus fauces atronadoras,

Fue el tiempo,

Aquel asesino en serie,

Aquella sombra trémula

Que invade a cualquier apasionado.

Vi llorar al cielo,

Y vi una lágrima caer por tu mejilla;

Me preocupe de secártela con mi mano,

Y de sacarte una sonrisa tímida y silenciosa.

¿Te conté que no me atrevía?

Te recuerdo en la playa,

Esperando que las aves apresadas,

Y los cielos sin estrellas

Dejaran de hacerte llorar.

Envuelta en una manta color verde,

Acurrucada junto a una roca salada,

Derramando pensamientos

Que yo no logré coger.

Y no eres tú, pequeña.

La que borró la poesía de mi rostro,

Ni la que robó el ultimó te quiero.

No congelaste al desierto,

Ni curaste el ojo ciego.

Cierra los ojos nuevamente,

Y olvida.

Olvida que los cielos

Dejaron huellas en tus ojos,

Y que la arena tormentosa

Se coló por tu mirada.

Olvida, pequeña, olvida.

sábado, junio 02, 2007

Persona incendiada


Este cuento ha sido escrito exclusivamente para retratar mi visión abstracta de mi queridisima amiga, Isidora Cousiño, y regalárselo de alguna u otra forma por agradecimiento. Voy a confesar que es tan enigmática y RARA, que se ha transformado en una gran musa de insipiración


Persona incendiada

Aquella niña de ojos verdes era llamada desafortunada por ser un imán de situaciones retorcidas. La perseguían personas sacadas de cuentos de Poe; mezcla de poetas y locos, de depresivos y genios, de sonámbulos despiertos. Entre más huia, más atrapada se encontraba dentro de aquellas murallas con vestidos de princesas incendiadas. Ella no quería quemarse pensando que moriría, pero ¡cuan equivocada estaba!, definitivamente no lo haría.

Una vez le conté la historia sobre la existencia de dos tipos de personas: las que se incendiaban y las que no. Ella me sugirió que ella jamás se quemaría. Yo me reí de su tierna ingenuidad, porque nadie elige que quiere ser, sino quien debe ser. Ella observó un instante los jardines de girasoles que la rodeaban y se dispuso a no seguir escapando. En ese mometno comenzó a incendiarse y yo sonreí.

Por fin podríamos ir a tomarnos un café.

domingo, mayo 27, 2007

El relato


- Niña de ojos claros, te voy a contar un cuento
- ¿De qué trata?
- De tí
- ¿Y yo qué hice?
- Sonreíste tanto, que tuve que crear una historia para que no se me olvidara.
- ¿Y dónde está ese relato?
- En cada uno de tus dientes