
Dejame navegar en barca dionisiaca
acumulando brebajes cuantiosos
de perdición poética
y de bendición en tinta...
Asimilar la articulación ajena
emanada con entonación particular
...la mezcla perfecta...
de lo dicho en actitud de hablante.
Y escúchame esta vez,
declamando un verso escrito en pluma;
una estrofa ambivalente
con retazos en oleo,
adornados con elegancia antigua
y olor a chimenea...
Te miro a los ojos silenciada
brindo por ti junto al altar,
el caliz contiene mi propio vino
esta vez, no salva de pecar.
Mantengamos la compostura
del actor soñando en realidad
y bajo la luz de algún farol enmohecido
recitaré tres veces,
mis palabras ensalivadas
envueltas de elegancia
fermentadas en fiestas dionisiacas