domingo, abril 26, 2009

De como las Universidades marginan a las aves alfabetas


Una paloma miraba la pequeña escalera que daba al Campus Oriente. Se acercó lentamente hacia los peldaños, sospecho que era uno de sus primeros días universitarios. Caminaba a tropezones, lo que me hizo pensar que su cualidad de plumífero nauseabundo la había hecho víctima de discriminaciones juveniles. Quien sabe! Quizás su marginación social sólo le permitía sociabilizar con negros, enanos y homosexuales. La paloma universitaria era un desperdicio para la sociedad high, y eso es peor que ser sólo un ave: al menos si eres tan, hay gente que te arroja alimento. Mientras reflexionaba sobre la crueldad de los universitarios ante las palomas alfabetas; ella con un impetú raro para un ave, adelantó su vista a la escalera y la subió a saltitos.
Saltitos......una manera bastante agradabe de subir unos cuantos peldaños

6 boinas han plasmado su saliva:

Gonzalo Del Rosario dijo...

Qué ternura

como en 24 hour party people

Amelie Fatale dijo...

Querida boinita:

Seguramente te estés adentrando en el camino de la escritura.

No conocí completamente tu anterior blogg pero -impresionísticamente- parecía que había más aire entre las palabras.

Da la sensación de que las retuerces, en ansia de perfeccionarlas cuando -en mi humilde opinión- la perfección literaria es una alquimia que sucede en el interior casi como por arte de magia.

Confía más en tu instinto y tu espontaneidad y verás como plasmas valses eternos.

(Yo no siempre puedo olvidarme del intelecto y sus prejuicios; por ello no digo que predique con el ejemplo).

Un beso grande. Te sueño.

@lasnibat dijo...

Nunca he logrado ver a una Paloma saltar...

Salvo a mi sobrina que se llama Paloma.

SalU2
T.

Anónimo dijo...

Se me hace que es la misma paloma de la que Caetano habla, y es incomprendida

sebasecas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
sebasecas dijo...

Desconocida María José...sólo por las aves: http://bedese.blogspot.com/2009/06/el-fenix.html

Un saludo

Sebastianubis