
Me interesa el retorno
sin tener que volver,
el escape furtivo
así de sutil, de complejo, de desgarrador.
Quiero constatar que el viento suena,
golpeando la ventana de mi pieza, ¡
azotandola!
El soplo, aquel aullido aterrador que me da risa,
aquel pedazo de sonido escandaloso que perdura en el tiempo.
El viento presente, acumulando noches
Y la verdad es que me importa un carajo
todo lo demás.
¿verdad que es casi una locura?
.
.
Lo vívido mantiene la forma,
se volca ahogando los gritos,
y el sonido se vuelve nítido cuando no estás hablando...
la música entra en mi mente cuando no estás cerca.
¡es maravilloso!
Resulta que pese a que no me creía a mi misma,
me importabas un carajo...
y en este mismo instante
abro los ojos ante la estupidez del día a día,
a la frugalidad del momento mismo...
pero tiene un sabor distinto,
quizás a nuevo,
quizás a viejo....
a todo eso...
una combinación espectacular
de que todo gira en un vértice enorme,
sólo hay que congelar los paralelos
y detenerse, a ver las hojas caer de los árboles...
a ver gota por gota, el golpe inexorable con el suelo
y por única vez,
dejar de buscar trascendencias
y promesas,
y eternidades rídiculas.
¡Que barbaridad!
Las flores huelen a ajenjo
y a flores.....
hay que saber oler,
hay que saber olvidar,
hay que saber dejar morir...
y que el drama
te importe un carajo
sin tener que volver,
el escape furtivo
así de sutil, de complejo, de desgarrador.
Quiero constatar que el viento suena,
golpeando la ventana de mi pieza, ¡
azotandola!
El soplo, aquel aullido aterrador que me da risa,
aquel pedazo de sonido escandaloso que perdura en el tiempo.
El viento presente, acumulando noches
Y la verdad es que me importa un carajo
todo lo demás.
¿verdad que es casi una locura?
.
.
Lo vívido mantiene la forma,
se volca ahogando los gritos,
y el sonido se vuelve nítido cuando no estás hablando...
la música entra en mi mente cuando no estás cerca.
¡es maravilloso!
Resulta que pese a que no me creía a mi misma,
me importabas un carajo...
y en este mismo instante
abro los ojos ante la estupidez del día a día,
a la frugalidad del momento mismo...
pero tiene un sabor distinto,
quizás a nuevo,
quizás a viejo....
a todo eso...
una combinación espectacular
de que todo gira en un vértice enorme,
sólo hay que congelar los paralelos
y detenerse, a ver las hojas caer de los árboles...
a ver gota por gota, el golpe inexorable con el suelo
y por única vez,
dejar de buscar trascendencias
y promesas,
y eternidades rídiculas.
¡Que barbaridad!
Las flores huelen a ajenjo
y a flores.....
hay que saber oler,
hay que saber olvidar,
hay que saber dejar morir...
y que el drama
te importe un carajo
8 boinas han plasmado su saliva:
jajajajaja soy tan mentirosa...
es que eres poeta, y buena!
uuuuuuuuuuuuuuuu...
Las flores huelen a lo que huelen, uno es lo que se sea y lo otro da igual.
Qué bien que has vuelto y con tanta fuerza descriptiva!
Un beso
Natalie.
ya casi había olvidado lo buena que sos escribiendo.
Que bueno es pasar x aquí.
Salu2
el drama importa, aun más la tragedia, todo eso es fundamental para una comedia!
no hay que oler las incertezas, mejor así...
a veces es el propio tablero que traza el abismo... tic tac... tal vez debí dejar que retratara el rostro del ángel, para que recordara que se pertenece y amo verlo sonreir... te quiero cuando eres sólo tú (no cuando juegas a serlo), amo ese sentido de la propiedad... te quiero para ti
PS: aún no llamaré para pedir nada... ni devolver nada... jeje a menos que requieras lo contrario.
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