miércoles, febrero 18, 2009

Laoconte y la obra bella


A veces pienso que de tanto mirar algo bello, desgastaré su belleza. Mis ojos están robando la imagen perfecta para saciarse del placer que requiere la visión.

¿Cúantas veces tendré que mirarte para sentirme satisfecha?

Sin duda que esa es la gracia de la obra de arte, que su belleza inunda la visión volviendola un contenedor de placer visual, y nunca se desgasta. Los ojos jamás se aburriran de observar lo que les produce alegría, lo que les encanta.

Ahora me pregunto, si el producto de lo bello no es algo inerte: ni estatua, ni cuadro. Si mi obra de arte favorita eres tú, ¿me dejarás observarte para siempre?


4 boinas han plasmado su saliva:

Hernán Rodríguez D. dijo...

ouuuuuuuu
me mataste, como siempre.




abrazos amiga bloggera !!

Hernán Rodríguez D. dijo...

me matas pero me revives, ojo. jaja.

Tomamientras dijo...

Si tienes buena vista, vas a darte cuenta que algunas esculturas estan vivas, caminan por la calle, te toman de la mano y aunque es solo un instante tendrías que hacer una escultura para perdurarlo.
por eso el arte está en los museos y no acostado en tu cama.
La piel siempre se arruga, se gasta y se muere.
mucha suerte

Xabo Martínez dijo...

buena aproximacion a la belleza