martes, noviembre 21, 2006

Estrella


Atrapada. Aplastada. Confundida. La mano que se alza para tratar de tocar su estrella, pero no puede, se encuentra demasiado lejana. No importa cuanto estires tu brazo, ni cuanto vuelves para tratar de dar con ella; simplemente se queda lejos. Fría, indiferente, con sus brazos cruzados, perdida, mirando a otros, hacia otro lugar lejano. Esa era la estrella, que probablemente, no era mia, sino que era el astro de otros. Otras personas muy lejanas a mí, personas que no se relacionaban en nada conmigo, y que nisiquera se parecían a mí. Personas que tenían su atención, que podrían manosearla sin ningún pudor, que podían atraerla hacia ellos, logrando así la comunión perfecta.

Me había tentado con palabras pomposas, con juegos absurdos, y con ese parecido magistral a mi estrella primera; ya muerta con el paso del tiempo. Pero al final, no era nada. No era lo que yo buscaba en una estrella, se había logrado convertir en algo nuevo, en algo mejor; pero aun así, era demasiado lejana. Y yo no podía alcanzarla. Nunca podré. No es mi estrella, es la de otros.

Es por eso, que decidí olvidarla, decidí apartarla de mi; para que no lograra jamás ocasionar algún tipo de daño. Porque, probablemente, tenía la potencialidad de hacerlo, contituia todas las caracteristicas para eso. Fría, indiferente, con brazos cruzados, perdida. Miraba a otros. Miraba hacia otro lado.

Uno se aburre de viajar sin rumbo, de querer algo que no es para uno, de volcarse en torno a un ideal y que éste sea mero producto de la imaginación de algunos. Esa estrella, cruel, no era para mí....y ella no lo sabe. Quizás nunca lo sabrá

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